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lunes, 19 de noviembre de 2007

El fracaso escolar se dispara en Andalucía

El Diario de Sevilla Lunes, 19 de Noviembre de 2007. Portada | Andalucía

Ni el aumento del presupuesto en materia educativa aprobado por la Junta, ni las distintas políticas de modernización impulsadas por la Administración autonómica en los últimos años han conseguido poner freno al fracaso escolar, entendido como el número de alumnos andaluces que no consiguen terminar la educación obligatoria con título en relación al total de andaluces de 15 años.

Según se desprende de los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Educación y Ciencia, Andalucía es la comunidad autónoma en la que más ha crecido el fracaso escolar en el último lustro (desde el curso 2000-01 al curso 2004-05). Y es que no sólo no ha conseguido elevar el porcentaje de alumnos que concluye con éxito la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) –meta alcanzada por ocho autonomías–, sino que ha visto cómo el número de fracasos se ha incrementado hasta alcanzar un porcentaje del 34,7.

En el curso 2000-01, Andalucía, con una tasa de 27,1 por ciento de alumnos que no terminaron la ESO, ocupaba un discreto puesto número 11 (de 19) del país en términos de fracaso escolar. Cinco años después, ha sido rebasada también por Castilla-La Mancha, Murcia y Extremadura y se sitúa en el lugar 14, sólo por delante de Canarias, Baleares, Valencia, Ceuta y Melilla. Es decir, Andalucía es la comunidad que ha experimentado una mayor caída en su tasa bruta de graduados en ESO, ya que acumula un descenso de 7,6 puntos, frente a la bajada de tres puntos de media experimentada por el resto del país.

El incremento de la tasa de fracaso escolar sufrido por Andalucía desde el año 2001 sitúa a la comunidad muy lejos de uno de los cinco objetivos marcados por la UE, en la cumbre de Lisboa de 2003, de reducir al 10 por ciento, en el horizonte de 2010, la tasa de abandonos escolares antes de los 18 años.

Según los últimos datos publicados por el MEC, Andalucía también está lejos de conseguir la segunda de las metas marcadas en Lisboa: llegar a un porcentaje del 85 por ciento de los jóvenes, de entre 18 y 24 años, con estudios de segundo ciclo de educación secundaria (Bachillerato o FP de Grado Medio).

A pesar de la ligera mejoría andaluza experimentada en los últimos años en este indicador, conocido como el abandono educativo temprano –bajó desde el 39,5 por ciento de andaluces que no completaron el nivel de Bachillerato o la Formación Profesional de Grado Medio en 1996, al 34,6 en 2001, para volver a subir al 36,8 en 2005– en el futuro, previsiblemente, la tasa volverá a crecer. Y lo hará por una sencilla razón: para estudiar Bachillerato o FP de Grado Medio es necesario contar con el título de ESO y, si aumenta la tasa de alumnos que concluyen el nivel sin el título en casi ocho puntos en cinco años, necesariamente también crecerá el porcentaje de andaluces que no tienen estudios posobligatorios no universitarios.

Y es que, como demuestra la última Encuesta de Transición Educativo Formativa e Inserción Laboral (Etefil) del INE, el mejor pasaporte hacia los estudios posobligatorios no universitarios es estar en posesión del título de ESO, ya que el 94 por ciento de los jóvenes con este título siguieron estudiando, la mayoría de ellos el Bachillerato.

El hecho de que más de tres de cada diez alumnos abandonen las aulas andaluzas sin haber obtenido el título de graduado escolar es dramático ya que, según se estableció con la Logse en 1990, a quienes salen del sistema sin el diploma de ESO les está vedado el acceso directo a cualquier tipo de enseñanza que no sea un programa de Garantía Social.

La otra puerta que queda entreabierta al colectivo de estudiantes, sin título de ESO pese a haber permanecido escolarizados obligatoriamente como mínimo hasta los 16 años –aunque suelen quedarse en los centros durante más años, ya que Andalucía es la comunidad con mayor índice de repetidores en ESO– es matricularse, previo examen, en un ciclo formativo de Grado Medio (el antiguo FP1). Para ello, es necesario tener cumplidos como mínimo, 17 años y aprobar la prueba de acceso.

Precisamente, es en el nivel de FP de Grado medio en el que Andalucía obtiene sus mejores resultados de enseñanzas no universitarias, ya que la tasa de titulados ha crecido 6,2 puntos (del 13,5 al 19,7) en diez años, un incremento muy superior al de la media nacional cifrado en un 0,6 por ciento, situando a la comunidad desde el decimosegundo lugar a la sexta posición del país. Un éxito que no se ha conseguido por ahora ni en Bachillerato –la tasa ha crecido 1,2 puntos en diez años, frente a los 3,8 puntos de subida de la media nacional– ni en FP Superior, nivel en el que ha caído 0,3 puntos frente a los 0,3 que ha subido como promedio en el resto del país.

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